¡Qué divertido es comunicarse!
¡Hola! Es posible que para ti y para mí sea divertido comunicarnos. ¿Nos divertimos? ¿Qué crees:
que nos podemos divertir? Pensemos en
Mafalda, ¿es divertida? Para mí lo
es. ¿Y para ti qué tal? ¿Te gusta? No sé.
Es posible que sí. Hay otras comunicaciones divertidas que buscamos en
cualquier momento. Estas que transmiten por la
tv., cuando nos presentan a un humorista.
¿Recuerdas a Gila, a Los Morancos, Tola y Maruja, Benny Hill? Divertidísimos, ¿no? Pues a mí me hacen reír siempre que los veo.
A ver, ¿qué me dirías si en estos
momentos pudiésemos vernos cara a cara y hablar acerca de lo divertido que es
comunicarnos? Cuánto siento
que no podamos vernos. Sería
entretenido. Quizás hasta nos
estuviéramos riendo de nuestras ocurrencias, de nuestras bromas. Y tendríamos oportunidad los dos de recordar
muchas más cosas divertidas: a más humoristas de tv., gráficos,
caricaturistas. No sé. Tantas cosas se pueden hablar cuando se está
compartiendo un rato agradable.
La otra noche, por ejemplo,
mientras estaba en un bar tomándome unas copas, a un señor se le ocurrió decir
chistes para que los escucháramos todos los clientes. ¿Te lo he contado alguna vez? ¿Te ha sucedido
algo parecido? Debería haber una forma
de que tú y yo nos comunicáramos de inmediato.
Es posible que en el futuro esto sea posible. Bueno, ya es algo posible; se hace a través
de WhatsApp. La gente está cada vez más
metida en este entretenimiento de la comunicación. Les gusta.
Voy por la calle y escucho un
ruido, como un silbido. Y más adelante
otra vez. Cuando voy a mirar el móvil, creyendo que me están
enviando un mensaje a mí, resulta que cuatro o cinco personas están haciendo
igual. Curioso, ¿no? ¿A que también te ha sucedido algo parecido
cuando viajas en el tren o en el autobús?
Hoy estamos rodeados por aparatos y desbordados por los sonidos y las
imágenes.
¿Qué edad tienes tú? Te lo pregunto porque tal vez conociste el
transistor. Y si no lo conociste, yo te lo cuento. Yo lo conocí.
Así que ya sabes que he superado
los 50. Ese aparatico, pequeño y casi
por entero metálico, tenía cualidades particulares. Te cuento que se podía llevar a todas partes,
y por lo pequeño que era se podía meter en el bolsillo de la cazadora. Se podía poner a funcionar con tan solo dos baterías
pequeñas, de las delgaditas. Cuando lo escuchabas podía ser para ti solo,
si querías. Hoy el móvil lo llevan
muchas personas, y aunque también es para uno solo, en ocasiones le ponen tanto volumen que lo escucha todo el mundo. La verdad es que todos los pasajeros del bus se enteran de lo que se come en casa. Son días diferentes, sin duda.
A ver si alguna vez nos
encontramos en la calle o en una cafetería, o quizá en un concierto y
continuamos conversando acerca de lo entretenido que es comunicarse. ¿Por qué no?
Si se puede, lo hacemos. Bueno,
te dejo, que quiero ir a comprar una camisa nueva. Me gusta comprar ropa. Puede ser que algún día te la enseñe. ¡Ah! No te olvides de
mí, que Javier estará aquí para cuando quieras conversar o contar o leer algo. Aquí o en otro lugar me encontrarás. Llévale recuerdos a tus seres queridos. Quizá a ellos también les guste hablar y
contar historias. No te entretengo
más. ¡Hasta la próxima vez!
No hay comentarios:
Publicar un comentario